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Foto del escritorPilar Bernáldez

Historia de Marugán: Desde sus Orígenes hasta la Modernidad

Marugán es una pequeña joya situada en la provincia de Segovia, en Castilla y León, cuyo origen se remonta a siglos atrás. Este municipio no solo guarda en sus calles el espíritu de la historia de Castilla, sino que también posee un entorno natural que ha sido testigo de muchas épocas, desde los antiguos asentamientos hasta la construcción de modernos núcleos residenciales como Pinar Jardín.


Los Primeros Habitantes


Los orígenes de Marugán se sitúan en tiempos remotos, con indicios de que la zona estuvo habitada por tribus celtíberas antes de la romanización de la península ibérica. Posteriormente, los romanos aprovecharon su localización estratégica y su entorno fértil para establecer pequeños núcleos poblacionales dedicados a la agricultura y la ganadería. Las tierras cercanas al río Eresma fueron especialmente apreciadas por la disponibilidad de agua y recursos naturales.


El nombre de Marugán proviene, probablemente, del latín Maruganum, que haría referencia a un asentamiento o lugar relacionado con la tierra o el agua, dos recursos fundamentales para la vida de la comunidad. Los ríos y arroyos que rodeaban la zona fueron vitales para el desarrollo económico y social de la región, lo que forjó un estilo de vida estrechamente ligado al entorno natural.



La Edad Media y el Feudalismo


Durante la Edad Media, Marugán comenzó a adquirir mayor importancia dentro de la comarca. Con la expansión del Reino de Castilla, el municipio formó parte de las rutas comerciales y militares que conectaban las zonas rurales con la capital del reino. La cercanía con Segovia y su entorno agrícola permitió a Marugán mantener una economía basada en la agricultura y la cría de ganado ovino, muy característico de la región segoviana.


Durante esta época, los ríos y arroyos que rodeaban Marugán —hoy desaparecidos o integrados en el paisaje urbano— jugaban un papel crucial en la vida cotidiana. No solo abastecían de agua para los cultivos, sino que también eran utilizados para la pesca y el comercio. De hecho, hay referencias a molinos que aprovechaban la fuerza del agua para moler grano, un proceso fundamental para la subsistencia de la comunidad.


El Siglo XIX: Cambios Políticos y Sociales


A lo largo del siglo XIX, Marugán, como muchos otros pueblos de la región, fue testigo de grandes cambios políticos y sociales. Las guerras napoleónicas y las sucesivas desamortizaciones afectaron gravemente la estructura económica de la región. Muchos de los grandes propietarios de tierras se vieron obligados a venderlas, lo que generó un cambio en la propiedad rural. Sin embargo, a pesar de los cambios, Marugán supo mantenerse firme en sus tradiciones, preservando su carácter agrícola y su conexión con la naturaleza.


Uno de los hechos más interesantes de este periodo es la continua relación de la comunidad con sus fuentes de agua. Los siete cauces que cruzaban la zona eran fundamentales para la irrigación de los campos y la vida de sus habitantes. Con el paso del tiempo, estos cauces fueron modificados y, en algunos casos, tapados, lo que marcó un antes y un después en la relación del pueblo con el agua. La Calle Siete Fuentes, que hoy es una arteria importante en la urbanización de Pinar Jardín, hace referencia a estos antiguos cursos de agua.


El Siglo XX: Expansión y Urbanización


El siglo XX trajo consigo nuevos desafíos y oportunidades para Marugán. Con la modernización de la agricultura y el éxodo rural hacia las grandes ciudades, muchos habitantes comenzaron a abandonar el municipio. No obstante, en las últimas décadas del siglo, surgió una nueva oportunidad: la urbanización.


Marugán experimentó un boom urbanístico con la creación de urbanizaciones como Pinar Jardín, que atrajo a nuevos residentes, muchos de ellos provenientes de Madrid. La construcción de esta urbanización sobre los antiguos cauces de los ríos y arroyos modificó considerablemente el paisaje natural de la zona. Los siete cauces, que en su día abastecían de agua a las tierras de cultivo, fueron cubiertos para dar paso a viviendas y jardines. Este proceso, aunque necesario para el desarrollo, despertó en algunos vecinos cierta nostalgia por la belleza natural que había caracterizado a la zona durante siglos.


Marugán en la Actualidad


Hoy en día, Marugán sigue siendo un lugar donde la historia se siente en cada rincón. Aunque su población ha disminuido, el municipio ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos, conservando su esencia rural y su rico patrimonio cultural. Sus fiestas tradicionales, sus costumbres y su conexión con el entorno natural siguen vivos, lo que lo convierte en un destino perfecto para aquellos que buscan tranquilidad y contacto con la naturaleza.


Además, la presencia de urbanizaciones como Pinar Jardín ha dado una nueva vida a la localidad, atrayendo a personas que buscan un estilo de vida más relajado y cercano al campo, pero sin renunciar a las comodidades modernas.

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